Se viene el invierno, ¿Cómo enfrento el gimnasio?

La rutina del trabajo, el estrés, la falta de tiempo, el frío, el cansancio, el sueño y las dobles ganas de comer son algunas de las ideas que rondan en tu cabeza en los días grises de invierno. La idea de seguir con la rutina del deporte que tenías en los cálidos días de verano simplemente desaparece al sentir la llegada del clima más difícil del año. Hablemos las cosas como son, nadie tiene la misma energía cuando hay un día de frío y esto hace que nos estanquemos y abandonemos una de las actividades más importantes para la vida de un ser humano. La actividad física.

Algunos de los gatillantes para tener esta actitud son en algunos casos situaciones que se pueden revertir fácilmente si se identifican correctamente.

• Estrés, carga laboral y preocupaciones son generalmente un gatillante importante para dejar el interés por la actividad física.
• Mal tiempo y bajas temperaturas
• Tener hijos y no saber coordinar el tiempo
• Frustración por no ver cambios inmediatos en el cuerpo

Primero que nada es necesario entender que el estrés y las preocupaciones son sólo mentales. Es importante cambiar la mentalidad y adoptar una actitud positiva a la hora de examinar lo que nos preocupa en relación al trabajo y la vida cotidiana. Todo tiene una solución.

Se debe tener en cuenta que el mal tiempo y bajas temperaturas son algo que no se puede remediar. Si el deseo está, no importan las adversidades del clima. Una persona que esté consciente de que el deporte hace bien siempre preferirá realizar actividad física bajo cualquier inconveniente.

A veces un día frío es mucho más agradable para ejercitar.

 Si tienes hijos y no sabes cómo coordinar el tiempo, es importante quizás integrar a tus pequeños dentro de tus actividades físicas. No es necesario un trote extenso y en solitario, el deporte también puede conllevar un paseo en bicicleta o sacar a pasear a tu mascota. En esos casos los niños siempre pueden ser bienvenidos, lo cual será de gran ayuda para ellos y para ti.

 De acuerdo a los cambios de tu cuerpo, no puedes esperar que sean inmediatos. Nada es automático ni mecánico. Para ver cambios reales es necesaria constancia y dedicación, además de una buena alimentación y utilizar correctamente las horas de sueño.

 Para enfrentar de mejor manera tu rutina en el gimnasio en invierno, es necesario tener en cuenta un par de cosas.

1.- Consigue a alguien que vaya contigo a entrenar. Ir con un “partner” siempre es buena idea, ya que sirve como agente motivador para que no te de pereza moverte de tu zona de confort.

2.- Plantéate objetivos reales y metas. Una muy buena estrategia para tener una actitud positiva frente al gimnasio es tener una motivación. De esta forma serás más constante y podrás notando cambios a medida que avance el tiempo.

3.- Prueba distintos tipos de gimnasia. Si estás acostumbrado a un sólo tipo de actividad, intenta abrir tus posibilidades y prueba otras materias que tu gimnasio puede ofrecer.

4.- Pruébate ropa. Intenta calzar esos jeans que quizás los tenías en el olvido y mes a mes párate frente al espejo y observa los cambios de tu cuerpo. Es una de las cosas más estimulantes del ejercicio.