SECUELAS COVID-19 EN PACIENTES RECUPERADOS

Aún es incierto el futuro de aquellas personas que han conseguido vencer el virus, sin embargo, los recientes estudios en pacientes críticos recuperados han logrado vislumbrar algunas consecuencias del contagio relacionados al sistema circulatorio, respiratorio, musculoesquelético y psicológico.

Sobre el Sistema Circulatorio, Frank Ruschitzka, cardiólogo del Hospital Universitario de Zúrich, en Suiza, menciona que muchos adultos COVID-19 críticos experimentan coagulación en los vasos sanguíneos, incrementando la probabilidad de sufrir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, trombosis venosa profunda o embolia pulmonar. Lo anterior se relaciona con el sistema endotelial que normalmente, evita la coagulación prematura.

A nivel Respiratorio, se pueden relacionar con secuelas de tipo funcional y de la capacidad respiratoria, disminuyendo la ventilación y generando problemas respiratorios a largo plazo, como edemas pulmonares.

A nivel músculo esquelético, la atrofia muscular es uno de los daños colaterales más frecuentes en pacientes graves hospitalizados, principalmente debido a estancias prolongadas en UCI, conectados a respiradores (hasta 40 días en algunos casos) en las que la falta de movilidad debilita los músculos del cuerpo. Se ha calculado que existe una pérdida de masa muscular de hasta un 30%, lo que ha generado ciertos grados de discapacidad transitoria y recuperable en este tipo de pacientes.

A estas secuelas físicas, debemos sumar los efectos psicológicos causados por el estrés generado en los pacientes recuperados, mostrando algunos síntomas moderados o severos de depresión, cuadros de ansiedad y en casos más extremos, síndrome confusional agudo (SCA), trastorno cognitivo en adultos mayores.